La decisión de someterse a una cirugía estética es un paso importante para mejorar su apariencia y confianza en sí mismo. Sin embargo, es esencial que esté informado sobre cómo ciertos hábitos pueden afectar su resultado y recuperación. Uno de estos hábitos es el consumo de tabaco, que puede tener un impacto significativo en los procedimientos de cirugía estética, tal y como pasamos a explicar desde la Clínica Dr. J. L. Vila Moriente.
¿Por qué el tabaco es un problema para una operación de estética?
El tabaco es conocido por sus efectos perjudiciales para la salud en general, pero también puede complicar una cirugía estética de varias maneras. En primer lugar, el tabaco reduce el flujo de sangre al contraer los vasos sanguíneos. Esto significa que el suministro de sangre y, por lo tanto, de oxígeno y nutrientes a los tejidos se reduce, lo que dificulta la cicatrización y puede aumentar el riesgo de infección.
Además, los componentes tóxicos del humo del tabaco pueden interferir con la función de las células encargadas de la cicatrización de heridas y la formación de colágeno, generando un riesgo potencial de tener cicatrices más evidentes y una recuperación más lenta. En algunos casos, las heridas pueden no cerrarse adecuadamente -dando lugar a complicaciones serias- debido al tabaquismo.
El tabaco también afecta negativamente el sistema inmunológico, que es el responsable de combatir posibles infecciones tras una cirugía. Esto aumenta el riesgo de infección postoperatoria y, por lo tanto, necesitar todavía más cuidados y medicaciones en todo el proceso postoperatorio.
Tabaquismo y anestesia
Desde nuestra clínica de cirugía estética en Santiago y Pontevedra explicamos otra preocupación importante en el tema de tabaquismo y la cirugía plástica: fumar puede tener un impacto relevante en los efectos de la anestesia y la oxigenación mientras esté en quirófano.
A menudo, los fumadores tienen una mayor probabilidad de experimentar problemas respiratorios durante y después de la operación debido a la acumulación de alquitrán y otros productos químicos en los pulmones. Esto puede complicar la administración de anestesia y aumentar el riesgo de complicaciones graves durante la cirugía.
Dejar de fumar antes de una operación de estética
Por todas estas razones, muchos cirujanos plásticos recomendamos encarecidamente a los pacientes que dejen de fumar al menos varias semanas antes de someterse a una cirugía estética. Esto permite que su cuerpo se recupere y se prepare adecuadamente para la operación, mejorando las posibilidades de un resultado exitoso y una recuperación sin problemas.
Desde la Clínica Dr. J. L. Vila Moriente lo tenemos claro: los pacientes deben ser conscientes del peligro añadido que implica el tabaco a la hora de someterse a una operación de cirugía estética. Por este motivo, les informamos consecuentemente cuando piden información sobre un procedimiento -o cuando ya lo estamos planificando- con la intención de que el tabaco no represente un problema a lo largo de todo el proceso. Si tiene cualquier duda acerca de lo que hemos contado, solo tiene que contactar con nosotros.